En tiempo de duraznos, con verdes olores
Con caricias de lluvia, encontré sin buscar,
Por la senda enramada, a un alma perdida,
Sin destino ni hogar, me contó de su vida,
Venía de lejano lugar y era lento en su andar,
Con silueta silvestre y palabra de hogar,
Se quedó en mi memoria, sin dejarme señal,
Regresé a buscarlo, esa misma semana
En el mismo lugar, en el mismo momento,
No encontré más, que su dulce recuerdo.